Meditaciones Acuáticas es una representación abstracta que evoca sentimientos de calma, introspección y fluidez. La paleta de colores, dominada por tonalidades suaves de azul y amarillo, nos remite a la serenidad de un amanecer en una playa tranquila o a la quietud de un estanque en un día soleado.
Las manchas acuosas se desplazan suavemente a lo largo de la composición, con transiciones de color que sugieren un paisaje en constante cambio. Las formas verticales en el centro, que se asemejan a reflejos o siluetas, añaden profundidad y estructura, y pueden interpretarse como pilares o estructuras emergiendo del agua, o incluso como reflejos de la luz del sol a través de la superficie del agua.
La técnica empleada, que recuerda a la acuarela, crea un efecto etéreo y onírico, donde las fronteras entre los elementos se difuminan, simbolizando la naturaleza impermanente y fluida de la vida y de nuestros pensamientos.
La belleza de “Meditaciones Acuáticas” radica en su capacidad para transportarnos a un espacio introspectivo, invitándonos a reflexionar sobre la interconexión de todos los elementos y sobre la importancia de encontrar momentos de paz y quietud en medio del caos cotidiano. La obra es un recordatorio visual de la importancia de tomarse un momento para respirar, observar y simplemente ser.